El segundo encuentro
Joe deseaba intentar el esquema una vez más. A medida que Bonedigger se volvía más audaz, la situación mejoraba gradualmente. ¡Se acercó al perro pequeño! Abby quedó empequeñecida por el león, quien tuvo que bajar la cabeza para olfatearla.
Publicidad
Nuevos amigos
Dado que Bonedigger aprobó la asistencia de Abby, la segunda reunión transcurrió sin problemas. Los cuidadores soltaron al perro de su correa y ella corrió emocionada por el recinto. Para que Bonedigger se sintiera más tranquilo, colocaron cerca sus juguetes favoritos. Abby observó los juguetes y se acercó a ellos. Por otro lado, Bonedigger era posesivo con sus pertenencias y corrió hacia ellos. ¡Abby simplemente le lamió su nariz juguetonamente!